9 de noviembre de 2011

Solamente puedo confiar en mi.
Yo no podría traicionarme nunca, y nunca me abandonaría. 
Pero quizás sí hacerme algún mal, 
Y no porque me guste hacerlo, es porque quiero castigarme de algún modo. 
Pero como hace una persona para quererse y castigarse al mismo tiempo?
Es una contradicción, yo lo entiendo.
Pero nunca el amor y odio han estado tan cercanos, así como complices, así dentro de mi.
Estoy acabada en los sueños, en las esperanzas, las locuras, locuras de vida. 
Dónde la imagen refleja al espejo estoy acabada.
Dónde puedo buscarte, dónde puedo encontrarte, como puedo retenerte?
Lo asumo, me dejará y buscará en otro lugar la felicidad. Y entonces por que siento este miedo?
Lloré mucho, como nunca antes lo había hecho delante de alguien.
Y siento miedo, mucho miedo.
Yo lloro y el me abraza Y es tan dulce sentir sus manos que me aprietan sin oprimirme. A menudo lloro y cada vez que lo hago me apoya sobre el, respira mi pelo y yo apoyo mi cara sobre su pecho. 
La tentación es de huir y de recaer en el abismo, recorrer el túnel y no salir de ahí jamás. 
Pero sus brazos me sustentan y yo confío en ellos y creo que todavía puedo salvarme
Me duermo sobre su pecho, mi largo pelo le cubre el rostro y me besa ciento y ciento de veces sobre la cabeza. Me despierta y le digo mirandolo a los ojos "Prométeme... prométeme una cosa, prometeme que nunca me vas a dejar, le susurro'', aunque sé que quiero asegurarme de algo que solo el destino lo puede saber.
Pienso que hay dos condiciones: que tu no quieras perderme y que yo no quiera perderte tampoco.
Así, no tendrás que sentirte prisionero ni de mí ni de mi amor, de mi cariño, de nada. 
Tú lleva esas alas con valor porque tienes el derecho de volar libre, no tendrás que prometerme nunca ser el único objetivo de tu vida.

Cuando vuele con mis alas, volaré hacia tí

 
 

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